Introducción
Con frecuencia se presta a confusión la utilización de los términos aptitud y actitud; no obstante, se trata de conceptos diferentes. La aptitud se refiere a los atributos técnicos que posee una persona con independencia de su actitud, en otras palabras a la variedad de conocimientos que se han adquirido a lo largo de la vida académica; y ésta por su parte es el temperamento que posee una persona como componente de su personalidad.
En el desarrollo de los juicios orales es necesario que los abogados, desde el ámbito en que se desempeñen, ya sea como jueces o como litigantes, conjuguen ambos elementos, que cuenten con aptitudes; esto es, con el cúmulo de conocimientos técnicos que les permitan defender los intereses que se les encomiendan y con actitudes; esto es, con la disposición y el talento necesarios que les permitan exponer los argumentos que sostienen jurídicamente, la procedencia de las posturas legales que planteen ante los tribunales.
Desarrollo
En relación con la oralidad en los procesos orales en materia civil y mercantil, es importante destacar que dichos sistemas son integrados por un conjunto de principios relacionados, cuya unión pretende alcanzar un objetivo determinado. Si tomamos en consideración la oralidad de estos procesos, encontramos cuatro elementos fundamentales los cuales son:
1. Orador
Es la persona fuente del mensaje.
2. Mensaje
Son las ideas o sentimientos transmitidos por el orador.
3. Canal
Es la vía a través de la cual se transmite el mensaje.
4. El auditorio
Es el individuo o grupo de ellos que recibe sensorialmente el mensaje, a través de la vista y el oído.
Estos componentes cuya interacción dan lugar a otras aptitudes necesarias para el abogado en su que hacer profesional, tales como el discurso, que nos referiremos a este como aquella facultad racional con la cual se yuxtaponen diversas cuestiones además como componente derivado de la interacción de dos de los elementos fundamentales de los procesos orales este se compone a su vez de cinco partes muy importantes, a saber:
1. Exordio el cual consiste en atraer la atención del público.
2. Narración es en donde se describe el tema y su propuesta.
3. Argumentación, es el punto en el que el orador expone las críticas al tema, poniendo al inicio las más importantes, al final las más débiles y en medio las fundamentadas.
4. Final, es donde se debe tener en cuenta que las personas actuamos más por sentimientos que por razones.
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente estamos en posibilidad de aplicar la oralidad a los juicios orales en materia civil y mercantil.
Es importante tomar en consideración lo anterior, ya que desde un punto de vista comunicacional, resulta ser una parte fundamental en esta relativamente nueva forma de administrar justicia, tanto para los jueces, secretarios, abogados y auxiliares, ya que si estos carecen de una buena dicción y sus palabras carecen de claridad o se expresan de formas ambiguas, dicho mensaje transmitirá un mensaje totalmente diferente del que se pensó y desvirtuar puntos medulares de nuestra argumentación, sin mencionar que las audiencias preliminares y de juicio, la intervención tanto del juez, sus secretarios, las partes y sin mencionar los abogados será plenamente oral.
Corresponde la oralidad al juez y a sus secretarios, dado que deben estar presentes en las audiencias.
En cuanto a su relación con los abogados, que desde luego se incluye a los defensores públicos, es hacer uso principalmente de la palabra, ya que deberán exponer sus peticiones al juez de oralidad, así como sintetizar la problemática jurídica, ya que este proceso exige una mayor claridad y precisión en los planteamientos de hecho y de derecho.
Por esta razón se recomienda que la exposición oral de los argumentos tienda a la defensa de hechos falsos o improbables.
Otra de las habilidades con las cuales debe contar el abogado en el proceso oral, es la actitud con la cual se conduzca, esta debe constreñirse en el conocimiento de la legislación procesal y sustantiva aplicable, para la defensa de los intereses de su cliente, donde además demostrará su ética y prestigio profesionales.
Conclusión
Como hemos visto, estas son algunas de las habilidades, con las cuales debe contar todo abogado y persona que se relacione de manera directa en los juicios orales en materia civil y mercantil, es probable que no parezcan tan relevantes en primera instancia, sin embargo esto es un parte aguas y hace una diferencia significativa en los juicios, ya que desde mi muy humilde punto de vista, un buen abogado debe hacer uso adecuado del lenguaje, para lo cual debe distinguirse por emplear una terminología exacta, pues como hemos visto, no es lo mismo aptitud y actitud, esta consideración me hace recordar lo antes mencionado por el maestro Guillermo F. Margadant “
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